miércoles, 27 de abril de 2011

Poniéndome límites.

Como ustedes saben los días han sido un poco difíciles, sólo un poco, porque estoy convencida que hay personas que tienen problemas más grandes, preocupaciones inmensas que  a su lado mis preocupaciones no son nada...

Leer me ha complicado la vida y al mismo tiempo me esta devolviendo la confianza que había perdido, al tratar de seguir algunos consejos me estaba volviendo loca, sobre todo queriendo lo mejor para mi hijo, haciendo un estudio de mi misma me di cuenta que efectivamente me estaban faltando los límites y todo porque mi hijo no tiene ni siquiera que pedirme algo, todo se lo doy, si yo pienso que se le antoja un dulce, se lo compro, si me doy cuenta que volteo a ver un juguete y esta dentro de mis posibilidades dárselo, se lo doy, bueno se lo daba, en mi tarea por poner límites me he dado cuenta que yo tengo el problema y que yo necesito límites para de esta forma poder ponérselos a mi hijo. 

En esta búsqueda me he encontrado con una parte del libro de "Disciplina con amor" que pienso que me queda a la perfección, a continuación se las transcribo y voy a poner énfasis en algunas partes que me parecieron muy importantes: 

Ser padres con "tanta información nos llena de dudas. Inquietudes normales y sencillas de los niños, se convierten en acertijos indescifrables. Contactar sólo el intelecto y hacer caso omiso de nuestro corazón y sentido común, nos lleva a perder la confianza como padres y nos hace cavilar  en vez de dar solución a la más sencilla de las situaciones. Distorsionamos y perdemos la perspectiva de las cosas en este afán de querer ser padres perfectos.

Las dudas, si les damos un lugar preponderante en nuestras vidas, terminan devorando nuestro sentido de autoconfianza. Nos convencen de nuestra ineptitud y paralizan nuestra voluntad.


Si tenemos grandes deseos de ser buenos padres, recibimos mucha información y la mezclamos con una buena dosis de miedo a equivocarnos, el resultado puede ser: parálisis. Parálisis de la voluntad. 

Por supuesto que ser padres da miedo. ¿Acaso no han escuchado cuántos niños hay con dificultades? Nos decimos a nosotros mismos: “Yo soy guía… ¿y si me pierdo… y si lo pierdo… y si nos perdemos?” 


Me puedo equivocar al escoger la marca de lavadora, o al comprar los zapatos y no pasa nada grave. Pero equivocarme con mis hijos ¡es otra situación! Tenemos vasta información de que pasa con los niños con problemas. Sin embargo, tener esta información en vez de volvernos más sabios ha tenido el efecto contrario. Nos ha generado tanto miedo al error que nos ha paralizado. Esta parálisis es lo que afecta tanto a los niños. 


El miedo a equivocarnos es justificado y un poco de  miedo nos lleva al cuestionamiento y a la reflexión. Pero si dejamos que nos invada terminamos inertes, incapaces de responder a las demandas importantes de nuestros hijos. Cuando actuamos, claro que corremos el riesgo del terror, pero si nos quedamos paralizados podemos estar seguros de que los afectamos de manera negativa. Porque un niño con padres paralizados es un niño que se enfrenta solo ante el mundo con sus recursos aún inmaduros e ineficientes". 

Recuerdo un día que mi pequeñito comenzaba a caminar y nos encontrábamos en  un servicio religioso, yo no quería que mi hijo anduviera caminando por todo el lugar molestando a las personas, pero me daba miedo detenerlo, yo pensaba que no podía limitar su curiosidad y que estaba bien que él explorara, pero después comprendí que mi hijo debe saber como comportarse en cada lugar, una amiga muy sabiamente me dijo "No se va a traumar por una hora que este quieto contigo" creo que tiene razón y no es por justificarme pero en mi deseo y afán de ser madre y de ser sobre todo buena madre me he equivocado más, mucho más que muchas madres que se dejan llevar por su instinto de mamá, yo que tanto defiendo el instinto materno y siempre termino por no escucharlo. 

Mi problema también era que confundía mi instinto materno con todo lo que había leído y que creía era lo mejor para mi hijo, cada día estoy intentando cambiar mis actos, no es un trabajo fácil pero poco a poco lo estoy logrando, hay tonterías que me duelen, pero que las tengo que hacer, como cuando Leo saca sus juguetes, regularmente funciona que le cante la canción del gymboo "♫♪a guardar, a guardar, todo el mundo a guardar♫♪" pero hay ocasiones en que Leo no quiere guardar sus juguetes, en esas ocasiones yo los guardaba, no lo obligaba, ni nada por el estilo, pero ahora aunque me duela le pido que los guarde y lo llevo, si no quiere, vuelvo a hablar con él y lo vuelvo a llevar, le apago la tele o su música si la esta oyendo, hasta que me obedezca, no lo golpeo, ni nada por el estilo, le ayudo a hacerlo, le doy los juguetes en su mano, veo que poco a poco va entendiendo que no debe dejarlos tirados y que yo no los voy a recoger siempre, son pequeñas cosas, pero espero que de verdad me sirvan en el futuro. 
Mis historias los pueden aburrir, pero a mi me han servido y espero que a alguno de los que me lee pueda sacar algo bueno de toda mi experiencia. Muchas gracias por leer, saludos y un beso. 


miércoles, 13 de abril de 2011

Otro premio a mi blog.

Dos queridas ciberamigas me hicieron llegar un hermoso premio para mi blog: Stylish Blogger Award.


Mis dos amigas son Faith que escribe Mi Mundo de Cristal y OR2 que comparte para el mundo desde Azul Celeste.


Se supone que debo contar 7 cosas sobre mi.... serán 7 cosas que nadie sepa... 7 cosas que todos sepan, que importancia les daré a ese 7 cosas que contaré... no lo sé... veré que sale..


1- De niña me encantaban las películas de terror, ahora no las veo, al menos que sea para acompañar a mi esposo porque me dan algo de miedito.


2- Amo los licuados de leche, de fresa y también el de mamey...


3- Me encanta la política pero a la vez me da miedo, sobre todo porque nunca quieres herir susceptibilidades, así que prefiero no hablar de eso, además a comparación de la mayoría soy Neófita. 


4- Mi mayor sueño es viajar por el mundo acompañado de mi esposo y mi hijo o hijos. 


5- Mis mejores amigas son mis hermanas, mis mejores amigos son mi papá, mi esposo y mi hermano; pero también tengo amigas y amigos que se han vuelto como hermanos para mi.

6- Me encantaría ser buena para aprender idiomas, desgraciadamente soy pésima. 


7-  Los mosquitos no me pican, no tengo la menor idea del porque, algunos dicen que es por la sangre, pero yo soy feliz sin piquetes. 

Siete cosas sin tanta importancia y a la vez con mucha, dependiendo el punto de vista de cada quien. 


Se supone que ahora debo pasar este premio a otros blogs, pero la mayoría de los blogs que sigo ya han recibido este premio, así que ya veré a quien se lo paso. 


Por el momento me despido. Gracias por leer, un beso. 

martes, 12 de abril de 2011

¿Se puede amar demasiado?

En ocasiones las palabras salen de nuestros labios y no nos ponemos a pensar en lo que decimos... alguna vez lo dije... TE AMO DEMASIADO, pero después me puse a analizar mis palabras, según yo eso es imposible, porque amas o no amas, puede ser más bien que nos equivocamos y creemos amar cuando en realidad no es así... 

Ahora las cosas dan vueltas en mi cabeza... todo gracias a mi querido y amado hijo... me apena decirlo y también escribirlo, sin embargo no puedo tapar el sol con un dedo y de ahí es que se ha dado (como comente en mi entrada anterior) mi tristeza y mi frustración. Leo se ha vuelto un poco violento, sobre todo con los niños del centro de estimulación temprana al que acudimos, como sabrán eso me empezó a angustiar, pero también puse manos a la obra, analizar su comportamiento y saber que estaba pasando... Leonardo no va a la guardería, así que no convive con otros niños y no le pueden enseñar a golpear, del libro que estamos leyendo (que ya nos tardamos mucho) y de las platicas que tenemos con los maestros del centro de estimulación al que llevamos a nuestro hijo hicimos la siguiente lista para identificar si alguna de estas acciones estaban haciendo que Leo se volviera violento. 

-Leo es violentado en alguna forma por alguien cercano a él?
La respuesta fue NO. Sin embargo no recordamos en ese momento que ha convivido con un niño que es 6 meses más grande que él y que lo hemos visto golpearlo y quitarle sus juguetes. 

-Leo tiene acceso a caricaturas, películas o videojuegos violentos?
La respuesta también fue NO. Sólo ve sus caricaturas de bebé, las películas ni las vemos, sólo cuando se duerme y los videojuegos que ha visto son de deportes del wii. 

-Leo escucha música que lo pueda violentar de alguna forma?
Nooooooo. De hecho no tengo idea de que tipo de música me hablen, pero en realidad Leo escucha su música de niños y le encanta. Sólo llega a escuchar un poco de rock cuando vamos en el coche. 

Esta fue parte del análisis inicial, aunque la mayoría de las preguntas estaba enfocada a nosotros como padres, sobre lo que le enseñamos a Leo, en un momento una de las maestras me hizo sentir como si yo amara demasiado a mi hijo... volviendo al principio, no creo en verdad que se ame demasiado, el amor es amor o no existe. 

Pero efectivamente el amor nos hace cometer errores, nos hace mal educar y ese amor mal enfocado nos ciega en lo que creemos que esta bien para nuestros hijos. 

Bien dicen y yo estoy totalmente de acuerdo, cada quien educa a sus hijos como quiere, sólo que como siempre uno no quiere equivocarse. 

El estudio del comportamiento de Leo dio como resultado que Leo esta pasando por una etapa, esta conociendo su cuerpo y con esto también los límites de sus acciones, nos dijeron que no es violento por reflejo, pero que todos los niños pasan por esta etapa, unos más fuerte que otros y que nosotros debemos en este momento actuar con los límites para moldear su carácter y que no sea un niño golpeador. 

Lo que tenemos que hacer es lo siguiente: 

1- Querer hacer algo, es como cuando te dicen que tienes un problema y tienes que reconocerlo para empezar a trabajar en el, así entonces debemos querer hacerlo. 

2- Dejar de consentir tanto a Leonardo, eso me dijeron que incluye que no lo cargue tanto, me dijo la maestra: no lo cargues, ya te ves cansada... inmediatamente le dije que no me cansa cargar a mi hijo, que me cansa más su comportamiento, ella contesto: de ese cansancio hablaba... jejeje, me dijo que debo permitir que mi hijo experimente otras cosas, otras situaciones y que no debe estar todo el tiempo en mis brazos (extraño a ese bebito que me necesitaba tanto, pero debo dejarlo crecer). 

3- Debemos reforzar conductas, como cariños, cuando intente golpear decirle que mejor abrace, que mejor dé un beso, etc.

4- No debemos golpear, nos dijeron que en este preciso momento en el que estamos definiendo este comportamiento los golpes no van a ayudar nada, debemos negociar, pero siempre siendo firmes en lo que decimos. 

5- Debemos ser congruentes con lo que decimos y hacemos, los niños son muy inteligentes y notan si no hacemos lo que decimos, así que no debemos engañarlos. 

6- Respetar a Leonardo, saber que todos los niños son diferentes y que las acciones de Leonardo son hasta cierto punto pruebas de su parte hacia nosotros y hacia el mundo y nosotros No somos responsables de eso, pero SI de lo que pase después. 

7- De ser posible debemos indicar a otros padres, que estamos trabajando en la conducta de Leo y que ellos nos ayuden para trabajar en conjunto, así mismo ser perceptibles al comportamiento de los demás niños y apoyarnos entre todos. 

Pues en eso estamos, en eso trabajamos y nos falta mucho, nos dijeron que esta etapa puede durar hasta los 3 años, pero si empezamos a actuar podemos ver resultados desde los 2 años, a ver como nos va en 4 meses que Leo cumple los 2 años.

Finalmente sigo pensando que AMO A MI HIJO, lo siento en mi corazón y no creo amar demasiado. Gracias a todos por leer, un beso.


lunes, 4 de abril de 2011

Marzo Difícil...

Las personas que regularmente siguen mi blog habrán notado que en el mes de marzo casi no escribí nada…. Suelo escribir sobre el día a día de ser madre, he tenido muchas satisfacciones y todos los días, al igual que muchas mamás, trato de hacer lo mejor para mi hijo, lo lleno de amor y cariño, he tratado de educarlo y ponerle límites, pero en ocasiones pasa que las cosas no son como uno quisiera…

Sí, hemos tenido complicaciones de salud, aunque eso parece ser que quedo en el pasado, pero las complicaciones que hemos tenido ahora también duelen… claro que no quiero un hijo enfermo, todos me dicen que es mejor que mi hijo sea travieso a que sea enfermizo, yo también lo creo así, sin embargo se siente muy feo tener un hijo que de repente sea rechazado por los demás…

Lo raro o extraño es que vivimos los polos opuestos, Leo es a la vez un niño muy querido, pero el mes pasado fue un niño un tanto rechazado… me he topado con padres de todos los tipos, mi Leo convive con varios niños del centro de educación temprana al que acudimos, en ocasiones los niños son envidiosos, quieren un juguete para ellos y no lo sueltan, la maestra nos insta a invitarlos a compartir, los papás solemos hacer eso, ayudarlos a que aprendan a compartir, los dejamos también que resuelvan poco a poco sus pequeños conflictos, los invitamos a que se den un abrazo, que se den una disculpa, etc., sin embargo no todos los papás somos iguales.

Suelo decir que la teoría es muy diferente a la práctica, nos podemos leer mil libros, podemos conocer muchas cosas, pero cuando vivimos algo es completamente diferente, no se siente lo mismo.

La teoría me dice “toma las cosas de quien vienen”, “no le des importancia a quien no lo merece”… y cosas por el estilo… también sé que las personas que quieren a mi hijo son más… sin embargo un día del mes de marzo paso que mi Leo fue tratado un poco mal por una abuelita de uno de sus compañeros, resulta que estando en clase, justo al inicio, Leo quería un juguete y otro pequeñito quería el mismo juguete, se lo quito de las manos a Leo y mi hijo lo empujo, yo fui y le dije déjaselo Leo, el juguete es de todos, la abuelita no dijo nada, pero a partir de ese momento alejaba todo el tiempo a mi hijo de su lado, como si Leo tuviera alguna enfermedad contagiosa y no quisiera contagiar a ese pequeño…lo peor fue que Leo sigue mucho a este niño para jugar, y el niño también, pero ella lo alejaba, sentí muy feo, al final cuando Leo salió corriendo de la clase para ir al patio de juegos, esta abuelita ya se encontraba sentada con su nieto parado enfrente medio estorbando el paso, yo iba atrás de Leo pero no me vio, entonces escuche que le dijo a su nieto, “aléjate de ese niño que es muy… “, en ese momento alzó la vista y me vio, sólo atino a decir “es muy especial”, torció la boca y se volteó, me sentí muy triste y ya sé que no debo darle importancia a eso, después pensé, claro que mi hijo es especial, es único, al igual que su nieto y todos los demás niños, pero no le dije nada, me enojé también, agradecí que Leo no entienda o no sienta lo que pasa por la cabeza y el corazón de esas personas, pero la verdad la tristeza lleno mi mes… en el siguiente post les contaré de otras acciones que me han entristecido…

Muchas gracias por leer, les mando como siempre un beso.