lunes, 4 de abril de 2016

#AmomiBlog Rutina

La verdad es que odio la rutina, no me gusta, pero creo que llega un momento en la vida en la que uno debe aceptar que no se puede ir por la vida sin tener ciertas rutinas en casa y en general en su vida, no sé porque razón he intentado huir de las rutinas, pero tal vez son mis ganas de seguir joven, pienso que cuando uno madura y se vuelve responsable, tenga hijos o no, uno requiere de rutinas, levantarse temprano, bañarse, desayunar, ir al trabajo, comer en el trabajo, regresar, hacer cosas o quehaceres (aquí varía la rutina de acuerdo al día), dormir y empezar otra vez, así es la vida de muchas personas, recuerdo que una de las cosas que le pedí a mi esposo cuando nos casamos fue que  los fines de semana no nos dedicáramos a lavar o limpiar, que justo saliéramos de la rutina haciendo cosas sin planear, pero bueno esos años ya pasaron, ya paso que nos lanzamos a la aventura unas vacaciones, a buscar hotel, sin tener nada reservado y casi termine llorando en una banqueta después de caminar por más de dos horas y no encontrar nada en todo San Miguel de Allende, ahora como buenos humanos maduros hacemos reservación desde antes y creo que eso es parte de ir teniendo una rutina de vida, con los niños es un poco imposible, de pequeños un poco, pero cuando entran a la escuela todo se vuelve rutinas, a pesar de que me leí varios libros y escuche miles de consejos en donde me decían lo importante de las rutinas en los niños, nunca hicimos caso, nada de bañar y a dormir, bañábamos cuando queríamos y cuando podíamos, comíamos a la hora que tuviéramos hambre y así con cada aspecto de nuestra vida, pero ahora ya no, no se puede y no lo hacemos, poco a poco nos hemos ido haciendo a la idea de que tenemos que madurar y tener rutinas en nuestra vida, estamos dejando de ser los papás relajados que no tenían un horario para dormir, ahora debemos estar al pendiente de la hora, para que a las 8:00 ya estén tomando leche, 8:30 lavarse los dientes, 8:45 leer libros y así poder dormir de mínimo a las 9:30.
No queríamos la rutina, no estaba convencida, pero estamos aprendiendo que efectivamente es necesaria, ahora incluso mi esposo bromea con ir a desayunar todos los sábados al mismo restaurante y pedir lo mismo, para algún día llegar y cuando le pregunten ¿Qué va a querer? él diga: Lo de siempre por favor. (cosa que parece ser no se nos cumplirá nunca porque al lugar que más acostumbramos ir le encanta cambiar de meseros o los meseros no duran). 
En fin que hemos descubierto que la rutina puede hasta ser divertida. 
Mil gracias por leer y por seguir el Amo mi blog. 





2 comentarios:

  1. La rutina es matadora, pero muchas veces nos salva!!!

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    1. Sin lugar a dudas, sin la rutina se pierde el control de muchas cosas. Así que no queda otra que agradecer a la rutina por existir. :)

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