miércoles, 26 de octubre de 2016

Envejecer dignamente....

De pronto pienso que se ha vuelto muy difícil ser mujer, sobre todo cumplir con los estándares que medio mundo exige de nosotras, debemos estar a dieta pero vernos saludables, comer sanamente pero no privarnos de nada, maquillarnos pero lucir natural, trabajar pero ser buenas madres, debemos tener tiempo para nosotras pero sin descuidar nada de lo que nos rodea, debemos dar el 200% de todo, que si hacemos, que si no hacemos, que si descuidamos algo por enfocarnos en otra cosa, a nadie damos gusto con nada. Ser buenas madres, ser buenas hijas, ser buenas esposas, seguir siendo buenas amigas, estar conectadas en esta era digital, pero valorar el estar desconectado. En fin se nos pide tanto. 

Yo quería o pretendía lo que yo llamaba "Envejecer Dignamente", para mi era un reto porque desde que nació mi hija me propuse mostrarle que las mujeres somos más que algo externo, que no se debe alabar solamente la belleza física, así que un buen día decidí dejar de pintarme o teñirme las miles de canas que tengo en mi hermosa cabeza, canas que me pinto prácticamente desde los 18 años,  soñaba con que mi hija supiera que eso no es tan importante, pero creo que no lo lograré, ya estoy pensando muy seriamente en pintarme el cabello otra vez y volver a la vanidad, atarme a un tinte mensual, pero es que de pronto siento que no puedo con la presión, mucha gente me crítica mis canas, ya me dijeron que me veo descuidada y desarreglada, no hacía mucho caso, el día de ayer que tome un taxi con mi niña de 2 años y con mis casi 41 años y me pregunta el taxista que si es mi hija o mi nieta, me quería suicidar o matar al taxista metiche, en verdad que resulta complicado para mi tomar una decisión, ya estaba según decidida a dejarme las canas, pero ya no estoy segura, no aguanto las criticas y no tengo la fortaleza para no hacer caso a los que dicen los demás. 

Quiero ser feliz, pero si ya no me siento bien con canas pues no lo voy a hacer y estaré haciendo algo que no es correcto porque aunque estaré intentando dándole un ejemplo de que lo exterior no importa pero a mi si me importa, me importa como me veo frente al espejo, me importa cuando me dicen desarreglada, me súper importa ahora que indirectamente me dijeron "vieja", vieja en un mundo que nos exige también mantenernos jóvenes, aun no tomo una decisión y no estoy segura si será lo mejor porque no quiero ceder ante el mundo, quiero mantenerme fuerte y quererme tal como soy, con canas y arrugas, pero también quiero ser vanidosa y querer lo que veo en el espejo. 

Espero hacer lo mejor, pero sobre todo lo que me haga feliz y transmitirles esa felicidad a mis hijos. 

Mil gracias por leer. 

miércoles, 19 de octubre de 2016

El día que fracasaste como madre.... Por primera vez....

Tal vez un tanto presuntuosa, un poco vanidosa y muy orgullosa me he jactado de la inteligencia de mi hijo, con buenas notas, habilidad mental y siempre con buenos comentarios y felicitaciones de quienes son sus maestros, no soy exigente, nunca le he pedido dieces y aún así eso acostumbraba traer a casa, siempre le decía "no me importa el 10, lo que me importa es que aprendas" y como siempre hacemos la tarea juntos ahí me doy cuenta si aprende o no. 
Todo iba bien en mi maravilloso mundo color de rosa hasta que llegaron los resultados de los exámenes de este primer bimestre. Recibí primero los de inglés, estaba muy feliz de ver sus resultados, cuando abrí el folder de español vi un 8.5 y sinceramente no me enoje, pensé "No está mal, veremos cuáles fueron los errores para mejorar", pero mi gran sorpresa fue que eso era sólo de la materia de español, en cuanto vi las calificaciones de matemáticas casi me desmayo y luego las matemáticas que nunca le han causado problemas, que solemos estudiarlas juntos y bueno para no hacerles el cuento más  largo de lo que ya es, pasé del enojo a la decepción, de la decepción a la tristeza y de la tristeza a la culpa. Ahora me siento muy mal conmigo, siento en serio que estoy fracasando como mamá. 
Que algo que no estoy haciendo bien para que mi hijo haya sacado tales calificaciones. 
Siento que mi trabajo además de cuidarlos, protegerlos y alimentarlos es ese, ver que hagan bien lo que hacen, que lleguen temprano a la escuela, que cumplan con sus tareas, etc, y sus calificaciones siento que son el reflejo de lo que hacemos juntos, el hecho de ese 6 me hace sentir pésimo, confieso que ya lloré sin que me viera, aunque él lloro cuando su papá estaba hablando con él y yo le dije que llorando no cambiaría su calificación, pero después de que todos se durmieron me metí a llorar al baño, en serio me siento mal, siento que la estoy regando, qué tal vez soy demasiado permisiva, tal vez soy muy consentidora, tal vez debo ser más exigente, no lo sé, pero en verdad me siento mal. 
Alguien más se ha sentido así?? 
Estaré exagerando??

Mil gracias por leerme.