sábado, 23 de septiembre de 2017

Escribiendo para sacar mi miedo...

Es difícil animarse a escribir, pero en algún momento es la única catarsis que queda por hacer, y es que el ambiente esta cargado de miedo, de angustia, de llantos, a pesar de que parece ser que lo peor ha pasado, aún así se sigue sintiendo un desazón que oprime el pecho y nos hace cuestionarnos tantas cosas, sentir de pronto que estuvimos cerca de la muerte, preguntarte que cosas relevantes has hecho a tus casi 42 años y darte cuenta que lo único valioso que tienes son tu par de hermosos hijos, saber que por ellos debes ser fuerte, saber que te corresponde ser su pilar y sostén en estos momentos, cargarte de fortaleza y seguir, decirles que "Todo va a estar bien" mientras por dentro piensas "Pudimos haber muerto", escribirles a tus mejores amigas para decirles que si vuelve a temblar sin que exista de por medio una alarma sísmica y si no logras bajar y tu edificio se cae te busquen en donde serían los pies de tu cama, que buscaras hacer el triángulo de vida ahí con tus niños, dormir juntos, tener miedo de bañarte, justo el día martes me tocaba teñirme el cabello, ahora las canas siguen creciendo y yo con el temor de pintarme y que de pronto llegue el temblor, pensar en que necesitamos comprar silbatos y cargarlos con nosotros siempre, poner uno bajo la almohada y otro bajo la cama, por si quedamos atrapados que nos puedan escuchar, ponerte a pensar en que amas el cine pero la mayoría de las salas de cine se encuentras en el último piso de los centros comerciales, escuchar que a pesar de que no has querido inculcarle religión alguna a tus hijos, tu hijo de 8 años te diga que sintió el temblor tan fuerte que pensó que algo podría haberte pasado, que te cuente como junto sus manos, mientras le pedía a Dios porque tu estuvieras bien, escuchar de las personas que han perdido todo y saber que puedes darles un poco, compartir con ellos la fortuna de estar vivos con algo de comida, es una forma de agradecer al universo por estar bien, es una pequeña muestra del aprecio que tenemos hacia todos. Se siente bien estar vivo, se agradece tanto por tener a los nuestros con bien, da infinita tristeza enterarse de los que no lo lograron, de los que perdieron todo, somos fuertes, no los conozco, he escuchado de casos por los grupos a los que pertenezco, me sumo a sus oraciones por su descanso y la resignación de los que los aman, me acongojo con las historias, me lleno de gratitud y también de esperanza con tantas historias de personas buenas, de personas apoyando, ayudando, siendo humanos, dejando de lado lo que nos desune, luchando por rescatar esta hermosa ciudad, esta ciudad que tanto amo, la que me vio nacer  y también a mis niños, la única que conocen y la que me ha dado tanto, la verdad me encanta vivir aquí, aquí esta mi familia, mis amigos, aquí estudie, aquí he trabajo, he aprendido, he conocido y siento que no la acabo de conocer, mi hermoso defectuoso, la chilangolandia de mi corazón, espero de verdad que todo mejore, soy una simple mujer sin mucho que dar, no soy escritora de poemas, no soy arquitecta, no soy alguien importante que mueva masas, sólo velo por mis hijos cada día, soy una mujer que prefirió dejar su carrera de Trabajo Social y ahora que se solicitaban trabajadores sociales se arrepintió por un instante de no estar activa profesionalmente para ayudar a otros, estoy segura que nos vamos a recuperar de esto, lo sé porque me toco el sismo del 85 y lo logramos, como sociedad lo hicimos y estoy segura que lo volveremos a hacer. 
Agradezco a las personas que han hecho Reiki por mi y mi familia. 
Esto tal vez lo escribo para mi. Para sentirme mejor y algún día leerlo y saber que el miedo paso, que seguimos viviendo y que estamos bien. Así lo espero. 

viernes, 8 de septiembre de 2017

De temblores y te extraño...


Recuerdo el temblor de 1985, recuerdo que fue algo feo y que años después seguía sufriendo con cada temblor, algo que también recuerdo es a mi papá llegando a casa lleno de polvo, años después que platicábamos al respecto me contaba como iba caminando por la calle de Artículo 123 cuando comenzó a temblar y después los edificios comenzaron a caer, la gente corría y él solamente podía pensar en regresar a casa y cerciorarse de que estábamos bien, uno cree entender muchas cosas de la vida, pero definitivamente vivir un temblor con hijos y sin hijos es diferente, sentir que no puedes protegerlos, sentir que tal vez moriremos todos en cualquier instante, vivimos una fuerte experiencia como familia, me lamente no haber intentado bajar del edificio, nos quedamos hasta arriba, en el quinto piso y deseaba que fuera una falsa alarma, pero cuando comenzó a moverse todo sentí horrible, esa sensación de querer llorar pero a la vez saber que debes ser fuerte y valiente, dar apoyo a tus hijos y a tu familia, alejar los malos pensamientos, el temblor duro tanto que sentía que nunca acabaría, tuvimos que apagar la luz porque se escuchaban los cables a punto de hacer un corto circuito, prendimos la luz del celular, se escucho un fuerte ruido, algo se rompió, por un instante pensé que eran las ventanas y que el edificio iba a colapsar, lo bueno que fue el espejo que teníamos en el pasillo y las ventanas están bien, ese temblor del 85 me dejo traumada, recuerdo una compañera de la escuela que después del temblor nunca regreso a la escuela, años después me enteré que había muerto, siendo niños es raro que uno no alcanza a dimensionar, sabes que es algo fuerte, pero recuerdo estar jugando en la noche en la calle, justo en el momento de la replica, ahora así veo a mis niños, jugando tranquilamente, mientras yo sigo pensando que pudimos haber muerto, agradeciendo por estar vivos y extrañando enormemente a mi papá, escuche que una vez le dijo a mi esposo "yo tengo 65 años y sigo extrañando a mamá", se lo dijo justo cuando mi esposo perdió a su mamá, y ahora yo estoy aquí deseando que mi papá me consolara, que me diga que todo va a estar bien, que no me preocupe, que con un abrazo curara todo lo que tengo mal, no es que no tenga una familia en quien apoyarme, los tengo, los amo, ayer nos abrazamos los cuatro muy fuerte, nos dormimos juntos y aún así deseaba que en cualquier momento llegara mi papá y me dijera alguna de sus frases y que tranquilizara mi alma y mi corazón. Ni modo, ya no pasará, lo bueno es que tenemos vida y no nos queda de otra que continuar. 

Mil gracias por leer. (Sólo para desahogarme) 

lunes, 4 de septiembre de 2017

El día que todo cambio...

Quiero registrar esto para la posteridad. 

Era una lluviosa tarde de verano del año 2017, nos encontrábamos a 17° centígrados, mi hijo tenía cita con el doctor y le pedí se cubriera con una sudadera, bajo con una chamarra caliente, de plumas de ganso, saliendo del doctor moría de calor y me pidió quitarse la chamarra, no accedí porque llevaba únicamente una ligera playera abajo, me imagino que iba sudando de su espalda porque al pasar por una esquina se recargo en la pared a manera de rascar su espalda, me dio mucha risa y le dije que parecía un oso rascándose en un árbol, la verdad esperaba una risa, una carcajada, o tal vez un "Mamá no me compares con un oso", pero a cambio recibí un "Mamá no digas eso en voz alta que me avergüenzas", en mi cabeza retumbaba "Me avergüenzas, güenzas, güenzas, güenzas" (Léase con tono de eco), no podía creer que mi hijo de 8 años me haya dicho eso, pensé que se comenzaría a avergonzar de su madre al entrar a la secundaria, o algo así, llegando a casa no me pidió un cuento para dormir, pensé que ya no me necesitaba cuando dijo "Mamá mañana me ayudas (hacer una pausa en el ayudas porque una alegría sonó en mi cabeza al saber que mi niño me necesita, y continuó), quiero hacer un canal de YouTube y grabar vídeos", prometí ayudarle y se fue a dormir, en cuanto termine de escribir esto buscaré una lampara y una lupa para explorar su pecho y sus axilas en busca de vellos o su cara en busca de bigote, mientras sufro al darme cuenta que mi niño esta creciendo muy rápido y todavía no encuentro la forma de detener el tiempo. 

Mil gracias por leer. 

martes, 29 de agosto de 2017

Hermanitos...

Hace aproximadamente 20 años conocí a una amiga que un día estaba escuchando un CD y justo había sido su cumpleaños, le pregunte quien se lo había regalado, me contesto que la persona que más quería en este mundo y la que más la quería, inocentemente pensé que hablaba de su novio, pero me dijo que no, pensé en su papá, a lo que también estaba equivocada, me confesó que había sido el regalo de su hermano, que sus papás los habían educado para amarse y cuidarse siempre, por encima de todos, que algún día sus papás no estarían y que ellos serían lo único que se tendrían, quise algo así también, mis hermanas y yo nos adoramos con toda el alma, pero contrario a lo que se podría pensar no fuimos educadas de esa forma, para amarnos incondicionalmente, aunque lo hacemos, es dramático decir esto pero es real, he visto familias destruidas por que no existe el amor y el respeto entre hermanos, tal vez porque los papás no lo fomentan, por eso siempre quise dos hijos iguales, dos niñas o dos niños, para que además de hermanos fueran amigos. La vida nos regalo un hermoso niño y una preciosa niña, yo sé que se quieren, tratamos de encargarnos de eso, pero casi todos los días los tengo que estar separando...

-Mamá Sarah me esta pegando. 
-Mamá Leo no me deja ver la tele. 
-Mamá Sarah esta agarrando mis legos. 
-Mamá Leo se comió mis palomitas. 
-Mamá Sarah se quito los zapatos. 
-Mamá Leo se esta comiendo las uñas...

Y podría seguir y seguir, en ocasiones pienso "Con que lleven una relación cordial me conformo", luego llega mi esposo y me dice "¿Sabes que es lo mejor que le podemos heredar a nuestros hijos?", (obvio, educación, respondí), pero no, él me contestó que lo mejor que les podemos heredar es el amor el uno por el otro, una tarea difícil, pensé. 
Y de pronto este día 29 de Agosto de 2017, mi Leito con 8 años cumplidos y mi pequeña Sarah con 3 años me dieron esperanza, eran las 6:50 de la mañana, tenía el desayuno listo en la mesa, puse su lista de música de películas infantiles en el iPod y les grite que bajaran a desayunar, fui a la cocina por unos plátanos para su lunch y cuando me acerque a ponerlos en la mesa vi los pies de mi hijo bajando lentamente la escalera, seguía acomodando su lunch cuando volteo y venían los dos juntos, mi niño cargando a su hermana y ella colgada de su cuello y abrazando con sus piernas a su hermano, la bajo y se sentaron a desayunar, sentí tan lindo verlos juntos, así llenos de amor y de ternura, que por un instante sentí que lo vamos a lograr, algún día se amarán el uno al otro incondicionalmente, serán los mejores hermanos y amigos. 

Pero bueno mis esperanzas se rompieron a los diez minutos cuando Sarah tiró la leche encima de Leo y después antes de salir Leo tiro su botella de agua, la botella se rompió y mojo la mochila de Sarah, y así están, se aman, no diré que se odian, porque eso lo creo imposible, tal vez como buenos hermanos tendrán que pelearse, tal vez eso también los une, no lo sé. Es complicado educar dos hijos únicos. Tan diferentes, tan iguales, tan berrinchudos, tan necios, tan bellos, tan llenos de amor...

Mil gracias por leer. 

sábado, 15 de julio de 2017

Feliz Cumpleaños a Mi Leito.

Tarde varios años en decidirme a tener un hijo. No me detenía el miedo, estaba con alguien que amaba y que me amaba, sabía que lo nuestro era verdadero, pero estaba algo decepcionada del mundo. Tanta porquería, tanta corrupción por todos lados, tanta contaminación, tantas cosas malas, veía las noticias todos los días y estaba convencida de que este mundo era un porquería y que no traería a un ser inocente a este mundo a sufrir. Pensaba además que la vida es injusta y por eso menos quería un hijo. Así me encontré con un grupo que hablaba de la auto extinción humana y tenían (según yo) muchos argumentos sólidos para no tener hijos. Lo decidí no tendría hijos nunca.

Momento, no, no me mordí la lengua, me mordí los pensamientos y me mordí hasta el alma, soy mamá de dos niños hermosos, mi vida cambió tanto, y aunque mi cuerpo cambio mucho en el embarazo, mi corazón fue lo que más cambio, estaba convencida en seguir trabajando y dejar a mi niño en una guardería, estaba decidida a que mi carrera profesional no se detuviera, pero entre más crecía mi súper panza más crecían mis miedos, tenía tanto miedo a equivocarme, miedo de dejar solo a ese niño que ya había soñado que tendría, y bueno un día como hoy hace ocho años las contracciones me pararon de la cama, tenía cita en el hospital a las 8:00 de la mañana para mi cesárea programada, pero a media noche ya no aguantaba el dolor, estaba sentada al pie de la cama aguantando cuando en un pequeño grito de dolor despertó a mi esposo, contó el tiempo de las contracciones, le hablo a la que era nuestra doctora y nos mandó al hospital, recuerdo que mi vanidad me hizo decirle "ok, deja me baño" y ahí estaba yo, bañándome para ir a recibir a la personita  que cambiaría mi vida en tantos aspectos. 

Un niño hermoso que me llena de alegría con una mirada, que me enoja tanto con algunas actitudes y me hace practicar mi paciencia a un grado que no conocía, una sonrisa que adoro y que alegra mis días más nublados, unos chinos alborotados que me enamoran, un niño que me reta a cada instante, que me ha sacado lagrimas y que me ha dado unas grandes satisfacciones, sigo teniendo miedo, hoy más que nunca, pero trato de que ese miedo no me paralice y que ese miedo no me detenga para hacer cada día lo mejor para dejar un gran ciudadano a este mundo, me sigue llenando de miedo dejar a este niño indefenso en este mundo lleno de maldad, pero cada día vemos las cosas buenas de la vida, conocemos buenas personas, cada día descubrimos que sigue habiendo grandes razones para vivir en este mundo, que podemos seguir creciendo como humanidad, que si le damos valores a nuestros hijos podremos contribuir a un mundo mejor. Si, sigo teniendo miedo de equivocarme también, de hacerlo mal como madre, cometo muchos errores que trato de enmendar, reconocer que no soy perfecta y que estoy aprendiendo en esta difícil labor de ser madre. 

Hoy mi niño cumple 8 años de alegrarme y llenarme de amor, hace más de 8 años un niño creció en mi panza y en mi corazón. Felicidades al niño lindo de mis ojos y de mi corazón. 

lunes, 3 de julio de 2017

Cambiando de profesión...

 Ya sé que es muy pronto para hablar de este tema y no quiero pensar que esto tenga que ver con indecisiones futuras, después de todo mi Leito es un niño que está a punto de cumplir 8 años y aunque hay personas que dicen que desde que tienen uso de razón recuerdan haber querido ser algo, pues conmigo no fue así, recuerdo que quise ser piloto de avión hasta que alguien me dijo "Yo me bajaría del avión si escuchará que una mujer va piloteando", o cuando soñaba con ser abogada y varias personas de mi familia me dijeron que era la peor carrera que podía estudiar, y recuerdo que me dijeron "necesitas ser muy mierda para estudiar eso" y entonces yo iba por la vida sin saber que hacer, me costo trabajo encontrar algo que me hiciera feliz y que hiciera feliz a los que me rodeaban, aunque mi papá nunca me pidió que estudiara tal o cual cosa, pero si me vi influenciada por otras personas, ahora no quiero que pase eso con mi hijo, me encanta que le guste la escuela y que le guste aprender.

La primer carrera que dijo que estudiaría de grande fue "Doctor", y no por la idea de que quiera tener un doctorado, si no que quiere ser Médico, tal vez porque desde pequeño ha estado muy cerca de tantos especialistas por sus enfermedades. Y así todo iba bien hasta que un día que le salió sangre le dije "Leo ¿cómo pretendes ser doctor si lloras cuando ves sangre?", entonces después de su cara de asombro y de preguntarme si estaba segura de que los doctores veían sangre me dijo que no, que ya no quería ser doctor.

Pasaron los meses y un día me dijo "mamá quiero ser doctor de dientes, así no veré sangre", le explique que también a las personas les salía sangre de la boca y  me pregunto que si estaba segura que todos los doctores veían sangre, le dije que si y otra vez le dijo NO a  la idea de ser doctor.

Volvieron a pasar los meses y otro buen día me dijo "Mamá ya lo pensé bien y quiero ser doctor de animales", le explique que los animales también tenían sangre  y nuevamente descarto la idea de ser doctor en un futuro.

Hace unos días  me pregunto si la sangre de los animales también era roja como la de los humanos, le dije que de la gran mayoría de los animales si es roja (cosa que no tengo idea de que sea cierta, en cuanto a "la gran mayoría"), pero le dije que en una ocasión leí que había animales que tenían sangre amarilla, naranja, azul, verde y hasta transparente, ahora mi Leito quiere ser doctor de animales que no tengan sangre roja. No quita el dedo del renglón y la verdad no tengo idea de lo que nos deparé el futuro, quiero hablarle con la verdad y apoyarlo en lo que a él le guste. Espero hacerlo bien. 
Mil gracias por leer.

viernes, 9 de junio de 2017

Fotos que amo y que odio.

¿Alguna vez has odiado algo y lo has amado al mismo tiempo? Es muy fácil, yo siempre digo que odio y amo el pan, es tan delicioso y tan engordador, amo las garnachas y odio lo que le hacen a mi cuerpo, y pareciera que lo digo jugando, pero una parte es real, aunque no llego en verdad a odiarlos, tal vez ese es el gran problema del porque no dejo de comerlos. También en muchas ocasiones digo que odio mi cuerpo, mi metabolismo lento y lo digo por los 20 kilos que tengo de más. 

Sé que aún con lo mucho que me amo, porque no me mal entiendan, me amo mucho, me cuesta aceptar la realidad de mi cuerpo y me cuesta porque quisiera ser flaca (aunque nunca lo he sido, a lo más era talla 7), me cuesta tanto que no me encanta salir en las fotos, aunque me encanta verme con mis hijos y disfrutar ratos juntos, subo pocas fotos donde salimos juntos, porque siempre tiendo a ver mis defectos en esas fotos. 

Pues bien hace unos días una maravillosa amiga fotógrafa que tengo nos tomo una sesión familiar y obviamente vi mis defectos en todas y cada una de las fotos, vi mis súper cachetes, mis súper lonjas, mis súper arrugas, mis súper defectos en general, pero saben también vi algo muy lindo, vi una maravillosa sonrisa, vi momentos de felicidad y alegría al lado de mi familia, vi recuerdos invaluables, vi instantes inolvidables, con esa sesión tuve la oportunidad de amar y odiar mis fotos, pero al final termine amando unas más que otras, y quise compartir unas fotos que me hacen muy feliz, fotos que están llenas de un gran momento, estoy jugando con mi pequeña Sarah, algo que comúnmente hacemos, la cargo y le doy vueltas en el aire, es algo que le gusta que haga, he hecho eso varias veces, le doy vueltas por el aire en la sala de la casa, en el parque, pero no tenía idea de cómo nos veíamos, de cuanto gozamos cada instante, y aunque al principio no disfrute mucho ver las fotos (repito, por mis grandes defectos), me hacen muy feliz, y me deleito en esos pequeños detalles, la mirada de mi hija, su sonrisa, mi felicidad de cargarla y agradecer a la vida por esos momentos, por estar sanas y por amarnos tanto. 

Me encanta pensar que algún día veré estás fotos de forma diferente, que las amaré aún más que ahora y espero lograr mi nueva meta de tomar más momentos como este, todos deberíamos hacer lo mismo, tomar fotos con los que amamos y conservar tantos momentos hermosos, una vieja frase dice que "Recordar es volver a vivir" y cada que veo fotos de tiempo atrás se dibuja una sonrisa en mi rostro, a veces una lagrima resbala porque extraño esos momentos con alguien que ya no esta, en otras ocasiones suelto una carcajada de recordar lo que pasó durante esa foto, en fin, las fotos son lo máximo y debemos aprender a disfrutarlas en todos los sentidos y no sólo con un cuerpo perfecto o cara sin arrugas. :) Yo sigo aprendiendo. 

Aquí les dejo las fotos.

Mil gracias por leer. 



lunes, 22 de mayo de 2017

Mamá exigente....

A nadie le enorgullece decir que esta equivocado, no me alegra de pronto darme cuenta de mis imperfecciones y mucho menos lo erróneo que puedes de pronto actuar y afectar a terceros. Y ¿Saben?, duele mucho más cuando esos terceros son los hijos, es un dolor raro, indescriptible. 

Conozco muchas mamás de la onda "relajada", "educa con amor" y cosas por el estilo, y saben, me he considerado de ese tipo de mamás, educar sin golpes, escuchar a mis hijos, no ser exigente, estar cerca en todo momento, acudir a la escuela, justo ahí no exigirles tanto en cuestión de calificaciones, tengo la creencia de que un 10 no es tan importante y siempre le he dicho a mi hijo que para mí con un 8 es más que suficiente siempre y cuando me demuestre que está aprendiendo.

Pues bien después de unas cuantas sesiones de terapia con la psicóloga que le está ayudando a mi niño con el tema del Bullying nos dijo que mi hijo nos percibe como padres muy exigentes y yo no lo podía creer, me negaba a aceptarlo, en primera porque no creo que sea así, creo que le exijo lo normal, me he aprendido muy bien el discurso de "no quiero hijos perfectos, quiero hijos felices" y por lo mismo tratamos de que tenga experiencias de otro tipo y que sea feliz con lo que hace. 

Platicando con una amiga le dije que en ocasiones si creo ser un poco exigente con la tarea, que le repito constantemente que mejore su letra, que lea mejor, que borre bien cuando se equivoca, que cuide sus colores, cosas así, pero seguía creyendo que le exijo lo normal, lo suficiente para que mejore y que no se vuelva un niño malhecho. 

Pues bien, tal vez escribo estas líneas para avergonzarme públicamente y así mejorar esa parte, o tal vez para que alguna persona me diga "no eres la única, no estás sola, yo también me he equivocado", es decir busco apoyo y soporte en estos momentos de tristeza por darme cuenta lo mala y exigente madre que puedo llegar a ser. 

Creo que siempre he querido ser una mamá cool, una mamá preocupada y ocupada en el bienestar de sus hijos, por eso me gusta leer y según yo informarme de lo que es mejor para ellos, no quiero que mi hijo se vuelva irresponsable, así que a pesar de estar consentido me gusta que tenga marcados los límites, y si pensaba que le exigía pero en que levante su ropa sucia, que se cambie el uniforme y cosas por el estilo. 

¿Cómo me di cuenta de lo mala madre que soy? 

Fue justo cuando abrí uno de mis regalos del 10 de mayo, una preciosa carta de mi niño, de su corazón, con unas lindas palabras y antes de terminarla de leer me escuche a mi misma diciendo "Leo aquí no llevaba acento" y de pronto un balde de agua fría cayo en mi cara, ni siquiera termine de leer, ni siquiera termine de "regañarlo", me dí cuenta como es cierto que uno puede decir mil cosas y como el ejemplo que uno da es otro, como mi niño puede estar traumado por su madre exigente sin yo darme cuenta, así que lo abrace y le dí las gracias por mi hermosa tarjeta. Creo que además le hago tanto hincapié en los acentos que por eso se paso de acentos. 

Mi justificación es que yo cometo muchos errores al momento de escribir y no quiero que le pase lo mismo, quiero que mi hijo sea mucho mejor que yo, en todos los sentidos. 

Dicen que esto no les pasa a las madres perfectas, obvio no lo soy, soy lo más alejado que existe de ese tipo de madres, pero finalmente tampoco soy la mamá cool que yo creía, estoy traumando a mi hijo y por eso sigue en terapia. (no es cierto, sigue ahí por otras razones, pero creo que nos esta sirviendo para hacer las cosas mejor, como padres y como familia). 

Bien tengo varias cosas que mejorar, no ser tan exigente, apreciar más todos los detalles de mi niño y también mejorar en general como mamá, seguir enseñando con el ejemplo y no sólo de dientes para afuera. 

Mil gracias por leer. 

Aquí la hermosa carta de mi niño


martes, 2 de mayo de 2017

Mi hijo y el Bullying

Este es un tema difícil para mi, no me siento preparada para tocar el tema, pero lo estamos viviendo y estamos trabajando para que no nos afecte como familia y que obviamente no le afecte emocionalmente a mi hijo, detener esta situación por la que estamos pasando. 

Decidí escribir porque el día de hoy 2 de Mayo es el día mundial contra el Bullying, así que les contaré que no creí que me llegará a pasar, escuche a varias amigas y mamás decir "mejor que tu hijo pegue a que le peguen" y aunque no estaba convencida de esa afirmación no quería ni que mi hijo pegara, ni que le pegaran, el problema es que mi hijo fue el que pego, si, le pego a su acosador, al niño que se burla de él, que le pone apodos y que hace que otros compañeros se rían de él, provocándole una inseguridad enorme, no justifico a mi hijo, no tenía que responder así, pero es muy triste ver como se dan las cosas. No puedo hablar mucho, no se mucho del Bullying, apenas estoy aprendiendo, sobre los Bullys pasivos y los activos, los que golpean, los que atacan de forma psicológica, con palabras hirientes. 

Estamos en terapia para fortalecer el carácter de mi hijo, para que regrese su seguridad y para identificar las debilidades que tenemos como padres y hacerlo mejor cada día. 

Cuesta, pero cuando avance este proceso podré sentarme a platicar sobre todo este tema con calma, mientras tanto les agradezco por leer y los invito a que nos informemos sobre el Bullying y hagamos algo para detenerlo. 

Gracias. 

sábado, 28 de enero de 2017

Mi Primer San Valentín.

Hoy quiero contarles de la primera vez que celebre San Valentín, fue tan romántico, rayando en lo cursi y ridículo, la casa estaba llena de globos de corazones que decían frases súper tiernas, una cena a la luz de las velas y bueno, la verdad es que NO, no somos de celebrar San Valentín, aunque soy súper cursi, romántica, ridícula, lagrima fácil y demás, no, no recuerdo ni siquiera mi primer San Valentín, de adolescente creo en alguna ocasión celebre saliendo con mis amigas a tomar un helado o al cine, pero si en algún momento han visto la película de "Valantine's Day" donde en una escena Jennifer Garner y Jessica Alba se reúnen para odiar juntas el día de San Valentín algo así me pasaba a mí, nunca me gusto por no tener a alguien con quien pasarlo, no me gusto porque pensaba que era un día de puro marketing y no de verdaderos sentimientos, me encanto conocer a mi esposo y que a él tampoco le gustará y que nos hiciéramos pequeños detalles cualquier día del año. 

Algo así eran mis días de desprecio por el día de los enamorados:  



Pero bien dicen "Nunca digas nunca", así que un buen día me convertí en madre y mi hijo conoció el día del amor y la amistad, aún estando en kinder se emocionaba por el día y ahora puedo decir que gracias a mi hijo celebramos San Valentín y disfruto de ese día a su lado, para nosotros San Valentín es un día más para llenarnos de amor, ver un maratón de películas de niños de amor y amistad, ahora celebramos con algún detalle cursi y cualquier cosa en forma de corazón. 

Mi hijo es muy detallista y le gusta participar de las cosas que le propongo, así que hemos hecho regalos lindos para sus compañeros, de este estilo:  




Ahora siempre recordaré el Primer día de San Valentín que preparamos esas paletas y dulces para sus compañeros y amigos de la escuela, compramos una película del día de San Valentín con Charlie Brown y Snoopy (que después de verla no me pareció súper apropiada para niños, pero ya la habíamos comprado) y vimos juntos otras películas infantiles acordes a la fecha, nuestro primer San Valentín pasamos toda la tarde en el sillón viendo películas mientras yo le explicaba la importancia de la amistad en Toy Story, el amor que llevo al señor Fredricksen de Up a mover su casa hasta las Cataratas del Paraíso, o como Wall-E estaba enamorada de Eva, también incluimos en nuestra lista de películas a Mi Vecino Totoro y platicábamos de como Satsuky cuidaba a su hermana Mei y Totoro las cuidaba a los dos, finalmente nuestra lista de películas incluía a Ponyo, y nos encanta ver como Ponyo y Soske se hacen amigos, recientemente agregamos a nuestra lista Intensamente y las emociones de Riley. 

Nunca es tarde para tener un primer San Valentín al lado de los que amamos, disfrutarlo de la forma en que queramos, regalándonos amor o tarjetas cursis, haciendo un rico desayuno con corazones o abrazándonos en un sillón mientras vemos la tele, y aunque eso también lo podemos hacer cualquier día del año, no tiene nada de malo unirnos en este día y aprovechar para ser más cursis y románticos de lo normal. 

Ahora entiendo que el día de San Valentín puede ser lindo al lado de quien sea que ames, sea tu pareja, tus hijos, tus padres, tus amigos, quien sea, a este mundo le falta amor y nunca es tarde para dar amor y celebrar el amor. 

Mil gracias por leer y a Soy Mamá Blog por invitarme a participar en este lindo especial de San Valentín, pueden seguir el #17Blogueras17Días y leer a las demás blogueras que participan en esta iniciativa.