lunes, 22 de mayo de 2017

Mamá exigente....

A nadie le enorgullece decir que esta equivocado, no me alegra de pronto darme cuenta de mis imperfecciones y mucho menos lo erróneo que puedes de pronto actuar y afectar a terceros. Y ¿Saben?, duele mucho más cuando esos terceros son los hijos, es un dolor raro, indescriptible. 

Conozco muchas mamás de la onda "relajada", "educa con amor" y cosas por el estilo, y saben, me he considerado de ese tipo de mamás, educar sin golpes, escuchar a mis hijos, no ser exigente, estar cerca en todo momento, acudir a la escuela, justo ahí no exigirles tanto en cuestión de calificaciones, tengo la creencia de que un 10 no es tan importante y siempre le he dicho a mi hijo que para mí con un 8 es más que suficiente siempre y cuando me demuestre que está aprendiendo.

Pues bien después de unas cuantas sesiones de terapia con la psicóloga que le está ayudando a mi niño con el tema del Bullying nos dijo que mi hijo nos percibe como padres muy exigentes y yo no lo podía creer, me negaba a aceptarlo, en primera porque no creo que sea así, creo que le exijo lo normal, me he aprendido muy bien el discurso de "no quiero hijos perfectos, quiero hijos felices" y por lo mismo tratamos de que tenga experiencias de otro tipo y que sea feliz con lo que hace. 

Platicando con una amiga le dije que en ocasiones si creo ser un poco exigente con la tarea, que le repito constantemente que mejore su letra, que lea mejor, que borre bien cuando se equivoca, que cuide sus colores, cosas así, pero seguía creyendo que le exijo lo normal, lo suficiente para que mejore y que no se vuelva un niño malhecho. 

Pues bien, tal vez escribo estas líneas para avergonzarme públicamente y así mejorar esa parte, o tal vez para que alguna persona me diga "no eres la única, no estás sola, yo también me he equivocado", es decir busco apoyo y soporte en estos momentos de tristeza por darme cuenta lo mala y exigente madre que puedo llegar a ser. 

Creo que siempre he querido ser una mamá cool, una mamá preocupada y ocupada en el bienestar de sus hijos, por eso me gusta leer y según yo informarme de lo que es mejor para ellos, no quiero que mi hijo se vuelva irresponsable, así que a pesar de estar consentido me gusta que tenga marcados los límites, y si pensaba que le exigía pero en que levante su ropa sucia, que se cambie el uniforme y cosas por el estilo. 

¿Cómo me di cuenta de lo mala madre que soy? 

Fue justo cuando abrí uno de mis regalos del 10 de mayo, una preciosa carta de mi niño, de su corazón, con unas lindas palabras y antes de terminarla de leer me escuche a mi misma diciendo "Leo aquí no llevaba acento" y de pronto un balde de agua fría cayo en mi cara, ni siquiera termine de leer, ni siquiera termine de "regañarlo", me dí cuenta como es cierto que uno puede decir mil cosas y como el ejemplo que uno da es otro, como mi niño puede estar traumado por su madre exigente sin yo darme cuenta, así que lo abrace y le dí las gracias por mi hermosa tarjeta. Creo que además le hago tanto hincapié en los acentos que por eso se paso de acentos. 

Mi justificación es que yo cometo muchos errores al momento de escribir y no quiero que le pase lo mismo, quiero que mi hijo sea mucho mejor que yo, en todos los sentidos. 

Dicen que esto no les pasa a las madres perfectas, obvio no lo soy, soy lo más alejado que existe de ese tipo de madres, pero finalmente tampoco soy la mamá cool que yo creía, estoy traumando a mi hijo y por eso sigue en terapia. (no es cierto, sigue ahí por otras razones, pero creo que nos esta sirviendo para hacer las cosas mejor, como padres y como familia). 

Bien tengo varias cosas que mejorar, no ser tan exigente, apreciar más todos los detalles de mi niño y también mejorar en general como mamá, seguir enseñando con el ejemplo y no sólo de dientes para afuera. 

Mil gracias por leer. 

Aquí la hermosa carta de mi niño


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