viernes, 8 de septiembre de 2017

De temblores y te extraño...


Recuerdo el temblor de 1985, recuerdo que fue algo feo y que años después seguía sufriendo con cada temblor, algo que también recuerdo es a mi papá llegando a casa lleno de polvo, años después que platicábamos al respecto me contaba como iba caminando por la calle de Artículo 123 cuando comenzó a temblar y después los edificios comenzaron a caer, la gente corría y él solamente podía pensar en regresar a casa y cerciorarse de que estábamos bien, uno cree entender muchas cosas de la vida, pero definitivamente vivir un temblor con hijos y sin hijos es diferente, sentir que no puedes protegerlos, sentir que tal vez moriremos todos en cualquier instante, vivimos una fuerte experiencia como familia, me lamente no haber intentado bajar del edificio, nos quedamos hasta arriba, en el quinto piso y deseaba que fuera una falsa alarma, pero cuando comenzó a moverse todo sentí horrible, esa sensación de querer llorar pero a la vez saber que debes ser fuerte y valiente, dar apoyo a tus hijos y a tu familia, alejar los malos pensamientos, el temblor duro tanto que sentía que nunca acabaría, tuvimos que apagar la luz porque se escuchaban los cables a punto de hacer un corto circuito, prendimos la luz del celular, se escucho un fuerte ruido, algo se rompió, por un instante pensé que eran las ventanas y que el edificio iba a colapsar, lo bueno que fue el espejo que teníamos en el pasillo y las ventanas están bien, ese temblor del 85 me dejo traumada, recuerdo una compañera de la escuela que después del temblor nunca regreso a la escuela, años después me enteré que había muerto, siendo niños es raro que uno no alcanza a dimensionar, sabes que es algo fuerte, pero recuerdo estar jugando en la noche en la calle, justo en el momento de la replica, ahora así veo a mis niños, jugando tranquilamente, mientras yo sigo pensando que pudimos haber muerto, agradeciendo por estar vivos y extrañando enormemente a mi papá, escuche que una vez le dijo a mi esposo "yo tengo 65 años y sigo extrañando a mamá", se lo dijo justo cuando mi esposo perdió a su mamá, y ahora yo estoy aquí deseando que mi papá me consolara, que me diga que todo va a estar bien, que no me preocupe, que con un abrazo curara todo lo que tengo mal, no es que no tenga una familia en quien apoyarme, los tengo, los amo, ayer nos abrazamos los cuatro muy fuerte, nos dormimos juntos y aún así deseaba que en cualquier momento llegara mi papá y me dijera alguna de sus frases y que tranquilizara mi alma y mi corazón. Ni modo, ya no pasará, lo bueno es que tenemos vida y no nos queda de otra que continuar. 

Mil gracias por leer. (Sólo para desahogarme) 

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